jueves, 8 de octubre de 2009

Las ranitas en la nata

Había una vez dos ranas que cayeron en un recipiente de nata. Inmediatamente se dieron cuenta de que se hundían: era imposible nadar o flotar demasiado tiempo en esa masa espesa como arenas movedizas. Al principio, las dos ranas patalearon en la nata para llegar al borde del recipiente. Pero era inútil; sólo conseguían chapotear en el mismo lugar y hundirse. Sentían que cada vez era más difícil salir a la superficie y respirar.
Una de ellas dijo en voz alta: <<>>.
Dicho esto, dejó de patalear y se hundió con rapidez, siendo literalmente tragada por el espeso líquido blanco. La otra rana, más persistente o quizá más tozuda se dijo << ¡No hay manera! Nada se puede hacer para avanzar en esta cosa. Sin embargo, aunque se acerque la muerte, prefiero luchar hasta mi último aliento. No quiero morir ni un segundo antes de que llegue mi hora >>.
Siguió pataleando y chapoteando siempre en el mismo lugar, sin avanzar ni un centímetro, durante horas y horas. Y de pronto, de tanto patalear y batir las ancas, agitar y patalear, la nata se convirtió en mantequilla. Sorprendida, la rana dio un salto y, patinando, llegó hasta el borde del recipiente. Desde allí, pudo regresar a casa croando alegremente.

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Hola!
Después de tanto tiempo sin aportar nada por aquí, se me ocurrió que podría ayudar con un cuento sobre la auto-superación. Los que me conoceis me dareis un calbote por tener en mi poder este cuento y aún así, actuar (simbólicamente) como la primera rana a la primera de cambio. Es verdad que me rindo pronto, pero es algo que espero cambiar... con el tiempo, porque sinceramente, cuesta muchísimo.
Por cierto, para los escépticos: es cierto, debería llamarse "Las ranitas en la leche" en vez de la nata, por el proceso de hacer mantequilla, vamos. Pero el cuento me lo mandó una amiga mía por correo TRADICIONAL (es que recibir cartas es muy emocionanteeee!!) y no quería cambiarle nada.

Y bueno, en un breve resumen desde agosto, estoy contenta con los exámenes de septiembre, al fin he pedido la beca (me la he ganadooooo!!), empecé el curso agobiada y sigo en ese estado la mayor parte del tiempo, y parece ser que este año al fin, voy a poder cumplir un sueño: ir al salón manga de Barcelona!.

Siento la ausenciaaa! Espero que alguna alma cándida se apiade de mí y siga leyéndome! :___D
Besiiiños!