domingo, 9 de junio de 2013

Que deprisa se acostumbra una a lo bueno...

... y cuánto cuesta volver a la normalidad después de disfrutarlo.

Es raro que resulte raro (sí, me gusta la redundancia) estar en casa con la familia cuando llevas tus 26 años de vida con ellos, pero cuando te han dejado la casa para ti sola 9 días, se siente una como si  la hubieran invadido. Y eso que no cambié la cosas de sitio, que eso hubiera sido ya el acabose jajaja. Además, mi compañero (inserte un corazón aquí ;D) ha estado conmigo, así que a la sensación de invasión se une el tremendo mono que estoy pasando por no tenerle a mi lado.

Espero que la visita mañana de una pequeña cachorrita de 2 meses cuya monería es inversamente proporcional a su tamaño me alegre un poco este corazón de "persona parada con demasiado tiempo libre y pensamiento negativo" que últimamente sufro.

4 comentarios:

Pícara dijo...

Sí que es supermona la perrita ^^, por ella puedes consentir la invasión xDD

Kimaera dijo...

Sí, invasión y depredación, porque tiene los dientes como agujas y lo muerde todo xDDD Si me la acerco a la nariz me haría un piercing en un momentito jajajaja

Juanma dijo...

Pues te sale barato. ^^

Sep, han sido unos buenos días de relax.

Kimaera dijo...

Jajaja,sí el piercing me saldría barato xD

...y tan buenos ;)